domingo, 14 de marzo de 2010

Cómo extraño los tiempos en que no había Internet

Siento todavía nostalgia por aquellas épocas en que todavía no se había inventado el Internet, tiempos que recuerdo con gran cariño a pesar de que ni siquiera había nacido =(

Fuente original: El Economista.



Redes sociales alejan a jóvenes de la lectura


El guionista estadunidense Barry Gifford considera que el uso de nuevas tecnologías, como las redes sociales, ocasiona que los jóvenes se interesen menos por la lectura, sobre todo, por la buena literatura, llevándolos a un estatus de mediatización.

Gifford ofreció una plática magistral como parte de las actividades de Talent Campus Guadalajara, en el marco de la 25 edición del Festival de Cine de Guadalajara, ante un auditorio de más de 60 jóvenes estudiantes de comunicación, principalmente de cine, quienes cuestionaron al cineasta.

El guionista de películas como "Wild at heart" y "Perdita Durango", entre otras exitosas historias, reiteró que el abuso de herramientas como el Twitter y Facebook ya nos les da tiempo para pensar, "les está robando las ideas originales", dijo.

Gifford les recomendó no estar sentados todo el día frente a la computadora enfrascados en un duelo de a ver quién contesta con mayor rapidez lo que es obvio, les sugirió buscar otras manera de comunicarse y de pensar, pues dijo que hay muchos distractores, por lo que es necesario que no estén conectados las 24 horas.

Asimismo, les aconsejó que en el caso de los que escriben y hacen guiones, principalmente, se permitan libertades que no se sujeten a la mecanización, pues el hacer uso de la imaginación les dará mejores soluciones a la hora de crear historias.

El guionista enfatizó que nunca le ha gustado hacer las cosas por encargo, por eso probablemente ha podido hacer obras que han gustado.

Ya entrado en la charla, contó la anécdota de lo sucedido con "Perdita Durango", en la que inicialmente sería Bigas Luna, quien la dirigiera, pero luego de ser despedido fue Alex de la Iglesia quien enfrentó el reto: "El hizo una traducción literal del libro, pero yo no deseaba eso, yo aspiraba que fuera otra cosa, no que lo hiciera literalmente".

El escritor charló también sobre esa fascinación que ha tenido en relatar acontecimientos en los que aborda situaciones con temáticas fronterizas entre México y Estados Unidos. Muy a su estilo, Gifford describió esa fascinación que ha ejercido en él la cultura mexicana.

Comentó que esos viajes México-Estados Unidos y viceversa, en los que ha acumulado numerosos acontecimientos que más adelante le han servido para recrearlos en sus novelas, que ya son siete, en breve serán editadas todas juntas en un solo tomo.

Finalmente, dijo que tiene un nuevo proyecto sobre hechos relacionados con Cuba, titulado "Los viejos días", en el que intervendrá el actor Morgan Freeman.

BVC
FUENTE:

Notimex <-- Supongo que esta es "la fuente de la fuente".



Cómo extraño...
los tiempos en que no había Internet y todos los jóvenes del planeta se la pasaban en sus casas leyendo libros;
los tiempos en que no había Internet y no se podían hacer fotocopias de música o de libros.

Cuando no había Internet y nadie veía porno;
o cuando no había Internet y las estafas no existían.

También me acuerdo de aquellos... viejos tiempos... en que nadie tenía Internet y por lo tanto nadie robaba bancos ni mataba gente (Ver vídeo completo).

Pero afortunadamente contamos siempre con gente con conocimientos sobre el tema, y que saben cómo hacer y manejar las cosas para que nuestro barco valla con buen rumbo, gente como este guionista Barry Gifford que nos pone claro el motivo por el que los jóvenes no leen, o periodistas que se toman muy en serio sus fuentes y consultan a un guionista de cine para que nos instruya con su conocimiento y datos sobre la situación de los jóvenes de hoy, o el gobierno de China que mantiene a sus súbditos alejados del pecado y los demonios de occidente.

Bueno, yo aquí la corto, es muy tarde (1:03 am) y me tengo que ir a dormir... leí por ahí que tanta PC saca granos.

martes, 2 de marzo de 2010

Pseudo-intelectuales en su hábitat

Hace unos días andaba leyendo las noticias en Menéame y vi una noticia sobre afiladoes y varios comentarios. Inicialmente fui a husmear para averiguar qué podían comentar sobre afiladores, quizá sería interesante, ver si en España también tenían costumbres de hacer cosas como salir a quitarse la camisa cuando pasaran.

Me encontré con una conversación de talibanes ortográficos contra un usuario. Voy a dejar la conversación: recorté los comentarios que no venían al caso, es algo larga.

Antes de comenzar a leer advierto: el propósito de este post no es otro que el morbo social: mostrar el desagrado que siento y lo mal que me parece que va EL MUNDO (porque como digo, cada cosa es una representación a escala de otra cosa de mayor o menor orden) a través de mi indignación al ver algo. No suelo hacer posts de este tipo así que uno de vez en cuando no viene mal.



Lo penoso es que esta es una práctica habitual en Menéame, no por nada el usuario que se atrevió a denunciar al talibán quedó hundido a negativos en la mayoría de los casos.

En otro post ya he hablado de los pseudo-intelectuales y aquí hay una manifestación de su existencia y desplante.

Esta es la razón por la que dejé de visitar Menéame por un largo tiempo y por la que ahora solo leo las noticias (descartando la gran mayoría a partir de sus encabezados siempre de la misma temática) y solo en casos excepcionales como este, me voy a leer los comentarios.

viernes, 19 de febrero de 2010

¿Twitter o no Twitter?

Me lo he estado preguntando muchas veces desde que me enteré...

Cuando fue lo del boom de Twitter yo mismo me pregunté si debería tener uno, pero desde entonces hasta la fecha la respuesta siempre fue 'No'.

Al principio porque no me atraía el microblogging, luego por paranoias mías y después porque era tan masivo que había perdido atractivo para mí.

El microblogging, para colmo, me empezó a atraer justo hoy mismo =S; quiero decir, en la mañana no me gustaba y hoy hasta hace unas pocas horas ya siento atracción hacia el mismo. Y debo decir que hubo mucha influencia en el nacimiento de este nuevo gusto por parte de Google Buzz, ya que soy un admirador de lo que es Google, que soy positivamente receptivo a sus nuevas ideas.

He estado pensando en Buzzear en vez de Twittear, pero el inconveniente es como quien tiene ganas de socializar en una piscina y le dan a elegir entre una con mucha gente y calor, y una vacía y grande.

Google Buzz tampoco ha tenido mucha aceptación, y es que apenas hace unos días que acaba de salir y ha tenido muchas críticas negativas, apuntando a un posible fracaso por parte de un proyecto de Google, como lo fueron Orkut, Groups, Google Videos, etc.

Lo otro es que todo mundo está en Twitter y nadie parece si quiera voltear a ver a Buzz; he visto a nuestro presidente Felipe Calderón, a Andrés Manuel López Obrador, a la consultora de modas Stacy London, entre otros.

De modo que, aunque sigue sin parecerme atractivo Twitter, si quiero entrar al mundo del microblogging tengo que estar aquí, o esperar unos meses a ver cómo avanza el Buzz, pero para ser francos no tengo fe en que llegue lejos.

Buzz tiene una opción para conectar Twitter con él mismo, es decir, que linkeando mi cuenta en Twitter, los twits que yo haga se publicarán también en Buzz. La idea es buena, lo malo es que a mí no me gusta ni desenvolverme en cosas incompletas ni andar usando dos servicios para hacer lo mismo... ¡dos veces! Porque si twitteo, solo podré escribir unas líneas de código... ¡código!, quiero decir, escribir unas líneas de lo que sea (vaya, ¡lo que me ha hecho la programación!), pero en Google puedo linkear al Buzz con picasa, con Reader, con Calendar creo que también, y con muchos servicios de Google, para que se agreguen Buzzes automáticos cada vez que realice una acción en ellos, lo que me parece genial para el uso que le pienso dar a Buzz, y no puedo hacer eso desde Twitter (y no, no da estar actualizando el Twit cada vez que lleve acabo alguna acción de esas, es más práctico que se incluyan automáticamente).

Todavía lo seguiré pensando; tal vez sí me haga una cuenta Twitter y una de Buzz, a pesar de que ninguna me convence del todo, la una por no gustarme y la otra por parecer ir hacia el olvido.